Hilos en el aire nos sumerge en el fascinante mundo de Concha Méndez, un mundo de poemas, mares y viajes. El punto de partida y referencia sus memorias: Memorias habladas, memorias armadas, escritas por su nieta Paloma Ulacia a partir de una serie encuentros entre ellas y grabados religiosamente cada semana durante varios meses. Con Hilos en el aire hemos querido homenajear no sólo a la mujer creadora y artista, sino también a ese espíritu aventurero, tenaz, incansable; a la capitana de barco que soñó con ser de pequeña, a la poeta del mono azul, como la llamaron en su época, a la abuela en el exilio que hizo acopio de memoria para relatar a su nieta una vida fascinante, una vida que merece ser contada.
El espectáculo es una creación colectiva y original que aúna las dos pasiones de Concha: poesía y teatro. Con una dramaturgia basada en sus memorias y poemas, llevamos a escena una propuesta que combina teatro de sombras, objetos y audiovisuales.
Sinopsis
Paloma es la nieta de Concha, Paloma sueña con ser su abuela, Paloma fantasea con los surrealismos de los surrealistas. Y es que la abuela Concha es mucha abuela. La abuela Concha es Concha Méndez, la Sinsombrero: una mujer adelantada a su época que tuvo el coraje y la determinación de escribir poesía, cine, teatro cuando todo su mundo se lo prohibía. Una mujer con una vida fascinante, una vida que merece la pena de ser contada. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que a través de un juego entre ellas? Paloma tendrá la oportunidad "mágica" de vivir las cosas que vivió su abuela, de conocer a sus amistades: Maruja Mallo, Lorca...a sus amores, de disfrutar de las verbenas y de la noche aquella del Palacio de Cristal, de conocer la imprenta junto a Altolaguirre…Todo impregnado de la ternura propia de la relación entre nieta-abuela, una relación en la que no faltan la complicidad y el humor.
Nota de las creadoras
Cuando Concha llegó a nosotras lo hizo de manera casi fortuita, leímos un poema y fue como tirar de un hilo invisible que nos haría conocer su fascinante mundo, un mundo que se ampliaba a medida que nos sumergíamos en él.
¿Cómo era posible que nadie nos hubiera hablado de ella? Pero si perteneció a la Generación del 27, si editó la poesía de su época junto a su marido Altolaguirre, si escribió poesía, teatro, cine, si hasta fue Campeona de Natación…
La poeta del mono azul, como la llamaban en su época fue una mujer de vanguardia, pionera y luchadora que sintió desde bien pequeña el impulso de crear, de escribir, de viajar… y lo hizo, claro que lo hizo, en contra de lo que dictaban las normas de su tiempo, ella se quitó el sombrero y eligió la libertad, y cruzó el Atlántico, sola, ¡una mujer a principios del XX! Y nos dejó una estela que ineludiblemente tuvimos que seguir.
Gracias a sus memorias escritas por su nieta Paloma: Memorias habladas, memorias armadas hemos podido conocer el espíritu surrealista de esta Sinsombrero, que como tantas otras han estado esperando que alguien tirara del hilo, ese hilo invisible que a cada minuto se hace presente y cada vez más visible.
Una vida fascinante que merece la pena ser contada.
Equipo Sinespacio
Financiado por:
En colaboración con:
En residencia en: